Blogs de miembros de la RIC:
RIC colabora con La Noche de los Libros de Madrid
La Noche de los Libros , 27 de abril, es una fiesta urbana que quiere acercar la literatura y los libros a todos los públicos, con un amplio programa de actividades ligadas a otras disciplinas creativas. Con el lema ¿ME REGALAS UN LIBRO? TE REGALO UN LIBRO, esta edición nace con el entusiasmo y la dedicación del sector del libro.
La Red Internacional de Cuentacuentos (RIC) colabora en esta edición con el programa de animación a la lectura a través del cuentacuentos realizada por miembros de la RIC en librerías de la Comunidad de Madrid.
"Los secretos del cuentacuentos" un libro para aprender a contar cuentos
El libro "Los secretos del cuentacuentos" de la coordinadora Beatriz Montero ya va por su segunda edición en menos de un año.
Se trata de un libro imprescindible para aquellos que quieren aprender a contar cuentos. Beatriz Montero nos muestra el camino y las técnicas necesarias para aprender a contar cuentos, y desvela los secretos para ganar el corazón de los oyentes. Descubre las claves para llegar a ser un encantador de historias, cuáles son los instrumentos del narrador y cuál es el repertorio adecuado.
Publicado por la Editorial CCS, 2010.
Aquí puedes leer la crítica literaria realizada por el crítico y experto en LIJ Paco Abril en la revista CLIJ.
Felicidades, Beatriz.
Se trata de un libro imprescindible para aquellos que quieren aprender a contar cuentos. Beatriz Montero nos muestra el camino y las técnicas necesarias para aprender a contar cuentos, y desvela los secretos para ganar el corazón de los oyentes. Descubre las claves para llegar a ser un encantador de historias, cuáles son los instrumentos del narrador y cuál es el repertorio adecuado.
Publicado por la Editorial CCS, 2010.
Aquí puedes leer la crítica literaria realizada por el crítico y experto en LIJ Paco Abril en la revista CLIJ.
Felicidades, Beatriz.
Artículo publicado en la Revista CLIJ
¿Qué es la Red Internacional de Cuentacuentos (RIC)?
(Artículo publicado en la Revista CLIJ, número 239, enero-febrero 2011, páginas 16-20)
por Enrique Páez y Beatriz Montero (España)
(Artículo publicado en la Revista CLIJ, número 239, enero-febrero 2011, páginas 16-20)
por Enrique Páez y Beatriz Montero (España)
El renacimiento en el arte de contar cuentos
Anda, cuéntame un cuento, nos pide el niño y la niña al irse a la cama. Contar cuentos pertenece al territorio mágico de la infancia, pero también es una de las actividades que desencadenan con mayor intensidad la creatividad, la imaginación, la comunicación, la interculturalidad y la solidaridad.
Los cuentos también invaden nuestra vida diaria. Están en todas partes. Y consiguen hacernos ver la vida desde otra perspectiva: más mágica, más soportable, más bella. Unos cuentan cuentos como animación a la lectura, otros para reforzar los contenidos transversales en el aula, para pedir un aumento de sueldo, para conseguir un préstamo, o para enamorar a la futura pareja. Lo cierto es que sin cuentos no podemos vivir.
Anda, cuéntame un cuento. Pues verás, esta es la historia de un gato que tenía los pies de trapo y la barriguita al revés. ¿Quieres que te lo cuente otra vez? Como un cuento de nunca acabar, así es este oficio de contar cuentos, un cuento en sí mismo con una vida circular que nunca se agota. Lucía, profesora de español en un liceo de París, comentaba que sus alumnos conseguían aprender el español más rápido que en otras clases. ¿Cómo lo consigues? Le preguntaron los otros profesores. Contando cuentos. Y es que siempre es más atractiva una historia fantástica que una historia real, común y anodina. Existen otras muchas personas que hacen uso de la herramienta de cuentacuentos en sus trabajos: abogados, sindicalistas, mediadores sociales, enfermeras. La lista podría ser infinita.
Ya fue dicho en “Los secretos del cuentacuentos”, que el arte de contar cuentos es un árbol gigantesco anclado en raíces milenarias. Un árbol cuyo perímetro aumenta cada día con las palabras nutritivas de los narradores. Un árbol robusto que se mantiene firme ante las nuevas tecnologías que lo rodean. Y el cuentacuentos es esa voz que se enreda en el alma, de cuya boca salen palabras que se convierten en lazarillos que nos conducen a tierras hermosas llenas de fantasía. ¿Puede haber algo más poderoso que la voz que se mantiene viva en la memoria durante siglos?
Así nació la Red Internacional de Cuentacuentos (RIC)
Motivados por la convicción de que el cuentacuentos es una necesidad vital y un patrimonio inmaterial de la humanidad se creó la Red Internacional de Cuentacuentos. Todo comenzó el verano de 2009, cuando se hizo urgente el proyecto de crear una plataforma internacional de contadores de historias. Actualmente La Red Internacional de Cuentacuentos agrupa a más de 800 contadores de cuentos profesionales de 45 países en los cinco continentes. La mayor base de datos del mundo en ese campo. Está coordinada por catorce especialistas de once países diferentes, todos ellos con una larga trayectoria profesional como escritores, investigadores del folclore, ilustradores, creativos, profesores universitarios y cuentacuentos. Sus nombres son: Beatriz Montero (España), Antonio Rodríguez Almodóvar (España), Armando Quintero (Venezuela), Armando Trejo (México), Ana Victoria Garro (Costa Rica), Niré Collazo (Uruguay), Diego Parra (Colombia), Mayra Navarro (Cuba), Benita Prieto (Brasil), Alicia Barberis (Argentina), Alekos (Colombia-España), Martin Ellrodt (Alemania), Geeta Ramanujam (India), y Enrique Páez (España).
Todos ellos decidieron juntar sus voces y su experiencia profesional para lanzar la Red Internacional de Cuentacuentos. Ante el deterioro y el retroceso de la oralidad frente a las nuevas tecnologías y medios de comunicación, los cuentacuentos dan la voz de alarma para mantener viva la herencia de Sherezade y el milenario arte de contar cuentos. Estos nuevos juglares han tomado por asalto los foros y las webs de Internet para demostrar que la palabra puede y debe traspasar todas las fronteras.
Esta plataforma de contadores de cuentos es una red de hilos invisibles que hace posible la interconexión a través de internet entre narradores orales de todo el planeta. Pero no solo eso. La Red Internacional de Cuentacuentos va más allá, fomenta la investigación, la recuperación del legado oral, la animación a la lectura, y el valor de los cuentos como patrimonio de la humanidad.
¿Cómo se cuenta un cuento? ¿Dónde encuentro un cuento para contarlo? ¿Dónde puedo escuchar cuentos? En su página web, www.cuentacuentos.eu , hay respuestas a estas preguntas y a muchas más. Su portal tiene diferentes apartados especializados, desde una exhaustiva relación de Festivales de narración oral de todo el mundo, hasta noticias actuales relacionas con el mundo de los cuentacuentos. En la sección Teórica se pueden encontrar interesantes artículos relacionados con la narración oral escritos por estudiosos y especialistas en este campo. Y en la sección Cuentos están los cuentos de siempre, romances castellanos, leyendas de Bécquer, fábulas de Samaniego, y centenares de cuentos contemporáneos. También incluyen una infinidad de enlaces a bibliotecas, centros culturales, asociaciones, instituciones educativas y de investigación, revistas especializadas, editoriales y grupos de trabajo.
Maneras de contar
Hay muchas maneras de contar cuentos. Afortunadamente. Y esas diferencias se deben casi siempre a especificidades y enraizamientos culturales. Las variantes están no solo en el modo, la técnica o la puesta en escena a la hora de contar cuentos —a palo seco, con música, con objetos, con títeres, con kamishibai , con sombras, con danza—, diferentes y plausibles en distintas regiones del mundo, sino que también son diferentes los objetivos, los escenarios y las intenciones.
1. Recuperación de la memoria oral. En muchos países todavía es importante el trabajo de recuperación, registro, archivo y catalogación de una herencia de tradición oral que está a punto de desaparecer. Incluso las propias lenguas aborígenes, en muchos casos, desaparecen sin dejar huella. Se calcula que cada dos semanas desaparece una lengua, con la muerte de sus últimos hablantes. En los próximos 100 años la Unesco calcula que habrán desaparecido la mitad de las 7.000 lenguas que aún existen en la Tierra. Y todas las lenguas que desaparecen, entierran con ellas toda una herencia milenaria de mitología y cuentos trasmitidos oralmente. Ese es el caso de buena parte de India, Brasil, Bolivia, Filipinas, Asia central y gran parte del continente africano. En Europa ya apenas queda material que recopilar, porque desde hace más de 300 años, desde Perrault y los hermanos Grimm, lo han venido recogiendo cientos de folcloristas, historiadores y antropólogos. En los países donde ese trabajo aún está por hacer, algunos de estos recopiladores o folcloristas cuentan también esos cuentos, como modo de difundir el legado oral, la cultura tradicional y las marcas de identidad de sus regiones de origen.
2. La animación a la lectura. En muchos otros países — incluyendo los anteriores, porque en eso no son excluyentes — , el acento de los cuentacuentos se inserta en la educación, a través de la promoción y apoyo a la lectura. Los narradores orales intentan facilitar el acercamiento a los libros contando cuentos, y su trabajo en gran medida se sitúa en entornos educativos y culturales. En este punto resulta esencial la colaboración de las bibliotecas, los centros culturales y los responsables de educación y cultura gubernamentales para el ejercicio de esas actividades. En España, como en Argentina o Brasil, este grupo de narradores orales es el más numeroso, y el único que puede vivir del ejercicio de su profesión.
3. El cuento en escena. Y por último también existe, aunque con menor extensión por el momento, espectáculos de cuentacuentos que buscan ofrecer una propuesta escénica y artística, más que la restauración de tradiciones orales, o la inserción en proyectos educativos. Son narradores orales escénicos, si seguimos la terminología que Francisco Garzón Céspedes trató de imponer sin demasiado éxito, que vuelcan sus esfuerzos en crear espectáculos unipersonales con intenciones artísticas y un estilo propio, algunas veces fronterizos con otras propuestas escénicas, como podrían ser la de los monólogos teatrales, el teatro de pequeño formato, y el Club de la Comedia o Stand-up comedy . De momento los teatros apenas ofrecen espacio a los narradores orales con proyectos escénicos, así que buena parte de estas propuestas se muestran de modo discontinuo en los festivales de narración oral o en las catacumbas de los pubs, desde Libertad 8 en Madrid, hasta Harlem Jazz en Barcelona.
Está claro que hay distintos modos de contar y de trabajar en el amplio terreno de los cuentacuentos. Y no son excluyentes. Puede y debe haber propuestas de recuperación de la tradición oral, insertadas en proyectos de animación a la lectura, y con una cuidada puesta en escena. Para la Red Internacional de Cuentacuentos , todos estos modelos son válidos, necesarios, y repletos de buenos profesionales trabajando en su interior.
Una rosa es una rosa es una rosa (1)
Con respecto a las discusiones terminológicas acerca de la designación de la profesión — para algunos parece ser muy desconcertante no poder darle un nombre definitivo a su oficio — , pensamos que se trata de discusiones estériles provocadas por tópicos de inferioridad cultural, el sexo de los ángeles otra vez sobre el tapete. Según la opinión de unos pocos, la palabra cuentacuentos, traducción directa del Storytelling inglés, infantiliza y desprestigia la profesión. Para la RIC el cuentacuentos, la educación, la promoción de la lectura y la recuperación del legado oral jamás va a ser un oficio menor. Y no nos preocupa la variedad de denominaciones que existen para este mismo oficio en todo el ámbito de las lenguas latinas: cuentacuentos, narradores orales —unas veces escénicos, otras contemporáneos—, cuenteros, cuentistas, contadores de historias, juglares, y hasta etnopoetas, para los más exquisitos. Discutir el término es mirar el dedo que señala la Luna.
Cada día la Red Internacional de Cuentacuentos recibe cinco solicitudes nuevas para inscribirse como miembros de la RIC. La mayoría son rechazadas porque no cumplen los requisitos mínimos: pastores evangélicos, empresas intermediarias, actores que no tienen espectáculos de cuentacuentos, titiriteros que no cuentan cuentos, mimos mudos, bibliotecarios que muy de vez en cuando leen cuentos en su centro, abuelas que narran a sus nietos, maestros que cuentan algún cuento en clase, y así un largo etc. No se trata de desvalorizar ninguno de esos trabajos o dedicaciones, absolutamente necesarias, sino de centrar lo más posible el trabajo del cuentacuentos. Las fronteras entre quién es y quién no es narrador oral profesional, en ese 5 % de casos “dudosos”, no están construidas con zanjas de cocodrilos y cercas electrificadas. El objetivo de la RIC es trabajar a favor del cuentacuentos, no sentar cátedra ni expedir certificados de idoneidad.
Apoyos y objetivos
La Red Internacional de Cuentacuentos ha recibido el apoyo explícito de más de 800 organismos y personalidades entre bibliotecas, centros educativos y culturales, grupos de trabajo, escritores y narradores. Entre sus objetivos prioritarios está el tender puentes de interconexión entre los narradores orales procedentes de todas las culturas del mundo.
El hecho de que dos de sus principales impulsores, la cuentacuentos Beatriz Montero y el escritor Enrique Páez, administren la RIC desde Tenerife, permite que se haga muy especial hincapié en la interculturalidad de las lenguas hispanas. De hecho más de la mitad de los miembros de la Red Internacional de Cuentacuentos son narradores orales españoles (22 %) o latinoamericanos (45 %).
La Red Internacional de Cuentacuentos tiene subscritos acuerdos de colaboración con La Escuela de Escritores (Madrid); la Escola d'Escriptura del Ateneu de Barcelona; la Escuela de Escritores Alonso Quijano; el Taller de Escritura de Madrid; la Casa de Letras de Argentina; el Foro Internacional de Narración Oral de México; la red germana de narradores orales Erzaehlen ; la Casa de América de Madrid; el Instituto Cervantes; las Bibliotecas Públicas de Madrid; el Instituto Conta Brasil; la Corporación Vivapalabra (Colombia); Kathalaya Storytelling Academy (India); Storytelling Toronto (Canadá); Vancouver Society of Storytelling (Nueva Zelanda); el Seminario de la Literatura Infantil y Juvenil de Guadalajara; la asociación ANIN de narradores de Catalunya; la revista Tantágora de narración oral; el portal Gretel de LIJ de la Universidad Autónoma de Barcelona; Instituto Cultural Aletria de Brasil; la Escuela de narración oral Caszacuento de Montevideo (Uruguay); la Escuela de Cuentacuentos de Barquisimeto (Venezuela); Cielos de papel (Argentina); Foro de Narración Oral del Gran Teatro de La Habana (Cuba); Proyecto Narrarte (Cuba); Proyecto Cuenta Lee (México); entre otros muchos.
Cuento en corto
Con el objetivo de convertir las nuevas tecnologías en un aliado de la tradición milenaria de la narración oral se convocó el año pasado la primera edición del certamen Cuento en corto. La Red Internacional de Cuentacuento s y Escuela de Escritores emplazaron a narradores orales y escritores de todo el mundo a escribir, contar y grabar cuentos de temática libre para ser difundidos a través de Youtube y recopilados en la página web: www.cuentoencorto.com
En esta web se pueden ver y disfrutar los vídeos presentados a concurso de la edición anterior, así como el vídeo ganador y los diez finalistas. La calidad de la narración oral y de los textos de los cuentos fue muy alta, por lo que se hizo complicado establecer un solo premio, y se otorgaron menciones especiales a los diez vídeos finalistas. Este año se convocará la segunda edición del concurso. Se podrán consultar sus bases en la propia página del concurso www.cuentoencorto.com o en la web de la Red Internacional de Cuentacuentos.
Las nuevas tecnologías, con imaginación y buena voluntad, pueden ayudar a mantener viva la herencia de Sherezade —la protagonista de Las mil y una noches— y subvertir así la profecía autoimpuesta que nos augura un mundo en el que las relaciones interpersonales son desplazadas por la tecnología.
La idea del certamen es que participen todos: los cuentacuentos y los escritores de cuentos. Por eso se creó la sección Dale voz donde los escritores que busquen narrador oral y los narradores orales que busquen cuentos que contar se pongan en contacto y participen en el concurso.
Y como todo concurso, este año también tendrá un nuevo ganador con un premio monetario y una beca para cursar gratuitamente un taller en la Escuela de Escritores.
Una herramienta fundamental
La Red Internacional de Cuentacuentos es ya una herramienta fundamental de consulta en bibliotecas, centros escolares, concejalías de cultura, e instituciones educativas y culturales, porque alberga el mayor listado de profesionales del cuentacuentos, con forma de contacto, currículum, fotos, vídeos, bibliografía y espectáculos de cientos de narradores profesionales que trabajan a favor de la animación a la lectura, la extensión cultural y la literatura a través de los cuentos contados. Además es un portal de noticias entorno al cuentacuentos que quiere preservar la riqueza de la tradición oral apoyándose en las nuevas tecnologías. Una fusión de tradición y modernidad, de palabra dicha y palabra escrita. Tienen su perfil en Facebook con más de 9.000 seguidores entre amigos y fans, y un megablog que recoge 200 blogs de narradores orales. Búscalo en
www.redinternacionaldecuentacuentos.blogspot.com
Son buenas noticias para los cuentos, los cuentacuentos, la comunicación y la cultura.
Tu voz también cuenta. Anda, cuéntame un cuento.
Te puede interesar:
AMO, Montserrat del: Cuentos contados, Madrid, Ediciones SM, 2006.
BARBERIS, Alicia: Viaje hacia los cuentos, Buenos Aires, Ed. E.D.B., 2001.
BRYANT, Sara C.: El arte de contar cuentos, Barcelona, Ed. Bibliària, 1999.
MONTERO, Beatriz, Los secretos del cuentacuentos, Madrid, Ed. CCS, 2010.
ORTIZ, Estrella: Contar con los cuentos, Ciudad Real, Editora Ñaque, 2002.
PADOVANI, Ana: Contar cuentos. Desde la práctica hacia la teoría, Buenos Aires, Ed. Paidós Ibérica, 2000.
PÁEZ, Enrique: Escribir . Manual de técnicas narrativas, Madrid, Ediciones SM, 2009.
PELEGRÍN, Ana: La aventura de oír . Cuentos tradicionales y literatura infantil, Madrid, Ed. Anaya, 2008.
PROPP, Vladimir: Las raíces históricas del cuento, Madrid, Editorial Fundamentos, 1998.
RODRÍGUEZ ALMODÓVAR, Antonio: Cuentos al amor de la lumbre (2 vol.), Madrid, Ed. Anaya, 1983.
VENTURA, Nuria; DURÁN, Teresa: Cuentacuentos. Una colección de cuentos para poder contar, Madrid, Siglo XXI Editores, 2008.
(1) La frase "Rosa es una rosa es una rosa es una rosa" fue escrita por Gertrude Stein, como parte del poema Sagrada Emily, que apareció en el libro Geography and Plays. "Una rosa es una rosa es una rosa" es probablemente la cita más famosa, a menudo interpretada en el sentido de "las cosas son lo que son", una declaración de la ley de identidad "A es A".
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3. El cuento en escena. Y por último también existe, aunque con menor extensión por el momento, espectáculos de cuentacuentos que buscan ofrecer una propuesta escénica y artística, más que la restauración de tradiciones orales, o la inserción en proyectos educativos. Son narradores orales escénicos, si seguimos la terminología que Francisco Garzón Céspedes trató de imponer sin demasiado éxito, que vuelcan sus esfuerzos en crear espectáculos unipersonales con intenciones artísticas y un estilo propio, algunas veces fronterizos con otras propuestas escénicas, como podrían ser la de los monólogos teatrales, el teatro de pequeño formato, y el Club de la Comedia o Stand-up comedy . De momento los teatros apenas ofrecen espacio a los narradores orales con proyectos escénicos, así que buena parte de estas propuestas se muestran de modo discontinuo en los festivales de narración oral o en las catacumbas de los pubs, desde Libertad 8 en Madrid, hasta Harlem Jazz en Barcelona.
Está claro que hay distintos modos de contar y de trabajar en el amplio terreno de los cuentacuentos. Y no son excluyentes. Puede y debe haber propuestas de recuperación de la tradición oral, insertadas en proyectos de animación a la lectura, y con una cuidada puesta en escena. Para la Red Internacional de Cuentacuentos , todos estos modelos son válidos, necesarios, y repletos de buenos profesionales trabajando en su interior.
Una rosa es una rosa es una rosa (1)
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Cada día la Red Internacional de Cuentacuentos recibe cinco solicitudes nuevas para inscribirse como miembros de la RIC. La mayoría son rechazadas porque no cumplen los requisitos mínimos: pastores evangélicos, empresas intermediarias, actores que no tienen espectáculos de cuentacuentos, titiriteros que no cuentan cuentos, mimos mudos, bibliotecarios que muy de vez en cuando leen cuentos en su centro, abuelas que narran a sus nietos, maestros que cuentan algún cuento en clase, y así un largo etc. No se trata de desvalorizar ninguno de esos trabajos o dedicaciones, absolutamente necesarias, sino de centrar lo más posible el trabajo del cuentacuentos. Las fronteras entre quién es y quién no es narrador oral profesional, en ese 5 % de casos “dudosos”, no están construidas con zanjas de cocodrilos y cercas electrificadas. El objetivo de la RIC es trabajar a favor del cuentacuentos, no sentar cátedra ni expedir certificados de idoneidad.
Apoyos y objetivos
La Red Internacional de Cuentacuentos ha recibido el apoyo explícito de más de 800 organismos y personalidades entre bibliotecas, centros educativos y culturales, grupos de trabajo, escritores y narradores. Entre sus objetivos prioritarios está el tender puentes de interconexión entre los narradores orales procedentes de todas las culturas del mundo.
El hecho de que dos de sus principales impulsores, la cuentacuentos Beatriz Montero y el escritor Enrique Páez, administren la RIC desde Tenerife, permite que se haga muy especial hincapié en la interculturalidad de las lenguas hispanas. De hecho más de la mitad de los miembros de la Red Internacional de Cuentacuentos son narradores orales españoles (22 %) o latinoamericanos (45 %).
La Red Internacional de Cuentacuentos tiene subscritos acuerdos de colaboración con La Escuela de Escritores (Madrid); la Escola d'Escriptura del Ateneu de Barcelona; la Escuela de Escritores Alonso Quijano; el Taller de Escritura de Madrid; la Casa de Letras de Argentina; el Foro Internacional de Narración Oral de México; la red germana de narradores orales Erzaehlen ; la Casa de América de Madrid; el Instituto Cervantes; las Bibliotecas Públicas de Madrid; el Instituto Conta Brasil; la Corporación Vivapalabra (Colombia); Kathalaya Storytelling Academy (India); Storytelling Toronto (Canadá); Vancouver Society of Storytelling (Nueva Zelanda); el Seminario de la Literatura Infantil y Juvenil de Guadalajara; la asociación ANIN de narradores de Catalunya; la revista Tantágora de narración oral; el portal Gretel de LIJ de la Universidad Autónoma de Barcelona; Instituto Cultural Aletria de Brasil; la Escuela de narración oral Caszacuento de Montevideo (Uruguay); la Escuela de Cuentacuentos de Barquisimeto (Venezuela); Cielos de papel (Argentina); Foro de Narración Oral del Gran Teatro de La Habana (Cuba); Proyecto Narrarte (Cuba); Proyecto Cuenta Lee (México); entre otros muchos.
Cuento en corto
Con el objetivo de convertir las nuevas tecnologías en un aliado de la tradición milenaria de la narración oral se convocó el año pasado la primera edición del certamen Cuento en corto. La Red Internacional de Cuentacuento s y Escuela de Escritores emplazaron a narradores orales y escritores de todo el mundo a escribir, contar y grabar cuentos de temática libre para ser difundidos a través de Youtube y recopilados en la página web: www.cuentoencorto.com
En esta web se pueden ver y disfrutar los vídeos presentados a concurso de la edición anterior, así como el vídeo ganador y los diez finalistas. La calidad de la narración oral y de los textos de los cuentos fue muy alta, por lo que se hizo complicado establecer un solo premio, y se otorgaron menciones especiales a los diez vídeos finalistas. Este año se convocará la segunda edición del concurso. Se podrán consultar sus bases en la propia página del concurso www.cuentoencorto.com o en la web de la Red Internacional de Cuentacuentos.
Las nuevas tecnologías, con imaginación y buena voluntad, pueden ayudar a mantener viva la herencia de Sherezade —la protagonista de Las mil y una noches— y subvertir así la profecía autoimpuesta que nos augura un mundo en el que las relaciones interpersonales son desplazadas por la tecnología.
La idea del certamen es que participen todos: los cuentacuentos y los escritores de cuentos. Por eso se creó la sección Dale voz donde los escritores que busquen narrador oral y los narradores orales que busquen cuentos que contar se pongan en contacto y participen en el concurso.
Y como todo concurso, este año también tendrá un nuevo ganador con un premio monetario y una beca para cursar gratuitamente un taller en la Escuela de Escritores.
Una herramienta fundamental
La Red Internacional de Cuentacuentos es ya una herramienta fundamental de consulta en bibliotecas, centros escolares, concejalías de cultura, e instituciones educativas y culturales, porque alberga el mayor listado de profesionales del cuentacuentos, con forma de contacto, currículum, fotos, vídeos, bibliografía y espectáculos de cientos de narradores profesionales que trabajan a favor de la animación a la lectura, la extensión cultural y la literatura a través de los cuentos contados. Además es un portal de noticias entorno al cuentacuentos que quiere preservar la riqueza de la tradición oral apoyándose en las nuevas tecnologías. Una fusión de tradición y modernidad, de palabra dicha y palabra escrita. Tienen su perfil en Facebook con más de 9.000 seguidores entre amigos y fans, y un megablog que recoge 200 blogs de narradores orales. Búscalo en
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VENTURA, Nuria; DURÁN, Teresa: Cuentacuentos. Una colección de cuentos para poder contar, Madrid, Siglo XXI Editores, 2008.
(1) La frase "Rosa es una rosa es una rosa es una rosa" fue escrita por Gertrude Stein, como parte del poema Sagrada Emily, que apareció en el libro Geography and Plays. "Una rosa es una rosa es una rosa" es probablemente la cita más famosa, a menudo interpretada en el sentido de "las cosas son lo que son", una declaración de la ley de identidad "A es A".
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